Bitácora de viaje, día 4 por MB
"Yellow Feet walking...and rolling"
Seis pies amarillos aparecen en el salón del restaurante del hotel Ivy de Minneapolis, estamos listos para desayunar y emprender el camino de regreso a Rochester, en donde nos espera la ineludible realidad que nos trajo a estas tierras...por un par de días J y D lograron posponer ese pensamiento, ubicándolo en otro cajón de la mente (los tenis fueron un lindo elemento de distracción y por dónde pasamos fuimos motivo de comentarios y divertidas miradas de la gente).
J estaba muy emocionado porque en el camino pasaríamos a su tienda de deportes favorita "REI"! Y así lo hicimos. Es toda una experiencia ir de compras con esta pareja, son una mancuerna perfecta en la que se festejan sus gustos y todo fluye en armonía y como a ninguno le parece extraño que el otro compre una sudadera más de las mil que ya tienen pero que tanto usan y disfrutan. Es increíble ver como tienen un estilo de vida tan definido y tan ajeno a todos los demás, son tan unidos que hay momentos en que no se sabe en donde empieza uno y en donde acaba el otro.
Temo confesar que perdí una batalla más con J cuando con su cara de emoción dentro de este su "Disney" me preguntó qué necesitaba, ¿una sudadera ?, ¿una camiseta?, ¿un backpack?,¿un algo? Hasta que sus ganas de dar y de hacer feliz a los demás ganaron, es algo que realmente le hace feliz y se nota...entonces a veces hay que dejar que lo haga. (Salí con un lindo chaleco del mismo color que los tenis, jajaja).
Compras cargadas, D hidratada y descansando con el asiento reclinado. J al volante, y yo copiloto asignado para indicar el camino con mi maps del IPhone. Corte a : abrí mis ojitos frente a la Mayo Clinic... Mi solidaridad con D es tanta que me dormí como ella todo el camino, que cinismo el mío, no lo planee así pasó. Perdón J, no quise abandonarte.
Llegamos al Hotel y rápidamente salimos a comer. Aunque el tema de donde comer es toooodo un tema. Especialmente hoy desde el desayuno hasta la cena, D corrió con muy mala suerte, pero al final del día y tres intentos por cenar, logró comer algo sano, que se le antojara y que le permitiera pasar una buena noche antes del largo ayuno al que debe someterse mañana.
Después de comer nos dispusimos a instalarnos en una sala lounge que está en el mismo piso que nuestros cuartos y ahí jugar el juego que habíamos comprado desde el primer día. El juego de mesa, no resultó tan bueno como pensábamos por lo que decidimos jugarlo como nos dio la gana. Era una especie de basta combinado con maratón en el que por categorías de colores tenías de decir 5 cosas de cada categoría, por ejemplo...5 alimentos de color naranja, o los 5 integrantes de los Jackson Five, o 5 pretextos cuando llegas tarde y así... La cosa se puso divertida cuando D entró en ese estado de simpleza en el que todo le causa risa imparable y todos empezamos a decir pendejadas, una más grande
que la otra. El juego quedó totalmente superado por nuestras aportaciones y risoterapia.
A la risoterapia le siguió una siesta y después los varios intentos de una cena para D. Ya para este momento ella se veía realmente cansada. La noche de ayer la pasó bastante mal y a estas alturas de su estado físico, ya no es fácil para ella reponerse de esas noches.
Poco a poco las risas se fueron sustituyendo por la planeación del día de mañana. Será un día largo y complicado, hay que estar a las 5:30 am en el Saint Mary's Clinic en dónde lo pondrán el catéter, anestesiarán el ganglio estelar del corazón y le harán un nuevo Tilt Test.
Mañana empieza el principio del final de esta pesadilla, con un intento real por bajar su frecuencia cardíaca mediante la simulación de lo que en caso de funcionar, será la solución definitiva a su problema de corazón.
Ahora sí integrantes del Team D! Necesitamos de todas las buenas vibras, todos los rezos y todos nuestros buenos deseos puestos en que esto funcione y ella se recupere.
¡ Vamos con todo !
Seis pies amarillos aparecen en el salón del restaurante del hotel Ivy de Minneapolis, estamos listos para desayunar y emprender el camino de regreso a Rochester, en donde nos espera la ineludible realidad que nos trajo a estas tierras...por un par de días J y D lograron posponer ese pensamiento, ubicándolo en otro cajón de la mente (los tenis fueron un lindo elemento de distracción y por dónde pasamos fuimos motivo de comentarios y divertidas miradas de la gente).
J estaba muy emocionado porque en el camino pasaríamos a su tienda de deportes favorita "REI"! Y así lo hicimos. Es toda una experiencia ir de compras con esta pareja, son una mancuerna perfecta en la que se festejan sus gustos y todo fluye en armonía y como a ninguno le parece extraño que el otro compre una sudadera más de las mil que ya tienen pero que tanto usan y disfrutan. Es increíble ver como tienen un estilo de vida tan definido y tan ajeno a todos los demás, son tan unidos que hay momentos en que no se sabe en donde empieza uno y en donde acaba el otro.
Temo confesar que perdí una batalla más con J cuando con su cara de emoción dentro de este su "Disney" me preguntó qué necesitaba, ¿una sudadera ?, ¿una camiseta?, ¿un backpack?,¿un algo? Hasta que sus ganas de dar y de hacer feliz a los demás ganaron, es algo que realmente le hace feliz y se nota...entonces a veces hay que dejar que lo haga. (Salí con un lindo chaleco del mismo color que los tenis, jajaja).
Compras cargadas, D hidratada y descansando con el asiento reclinado. J al volante, y yo copiloto asignado para indicar el camino con mi maps del IPhone. Corte a : abrí mis ojitos frente a la Mayo Clinic... Mi solidaridad con D es tanta que me dormí como ella todo el camino, que cinismo el mío, no lo planee así pasó. Perdón J, no quise abandonarte.
Llegamos al Hotel y rápidamente salimos a comer. Aunque el tema de donde comer es toooodo un tema. Especialmente hoy desde el desayuno hasta la cena, D corrió con muy mala suerte, pero al final del día y tres intentos por cenar, logró comer algo sano, que se le antojara y que le permitiera pasar una buena noche antes del largo ayuno al que debe someterse mañana.
Después de comer nos dispusimos a instalarnos en una sala lounge que está en el mismo piso que nuestros cuartos y ahí jugar el juego que habíamos comprado desde el primer día. El juego de mesa, no resultó tan bueno como pensábamos por lo que decidimos jugarlo como nos dio la gana. Era una especie de basta combinado con maratón en el que por categorías de colores tenías de decir 5 cosas de cada categoría, por ejemplo...5 alimentos de color naranja, o los 5 integrantes de los Jackson Five, o 5 pretextos cuando llegas tarde y así... La cosa se puso divertida cuando D entró en ese estado de simpleza en el que todo le causa risa imparable y todos empezamos a decir pendejadas, una más grande
que la otra. El juego quedó totalmente superado por nuestras aportaciones y risoterapia.
A la risoterapia le siguió una siesta y después los varios intentos de una cena para D. Ya para este momento ella se veía realmente cansada. La noche de ayer la pasó bastante mal y a estas alturas de su estado físico, ya no es fácil para ella reponerse de esas noches.
Poco a poco las risas se fueron sustituyendo por la planeación del día de mañana. Será un día largo y complicado, hay que estar a las 5:30 am en el Saint Mary's Clinic en dónde lo pondrán el catéter, anestesiarán el ganglio estelar del corazón y le harán un nuevo Tilt Test.
Mañana empieza el principio del final de esta pesadilla, con un intento real por bajar su frecuencia cardíaca mediante la simulación de lo que en caso de funcionar, será la solución definitiva a su problema de corazón.
Ahora sí integrantes del Team D! Necesitamos de todas las buenas vibras, todos los rezos y todos nuestros buenos deseos puestos en que esto funcione y ella se recupere.
¡ Vamos con todo !
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