UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD……por DK

La vida no siempre da segundas oportunidades, el tiempo es lo mas preciado que tenemos y no vuelve. Durante estos dos años siempre supe que tarde o temprano todo iba a pasar, que un diagnóstico, un tratamiento, un medicamento milagroso, el último jalón (como todos me decían) iba a llegar, pero esto solamente se alargaba. En todo el proceso, entre miles de estudios, punciones y médicos, ni el dolor, ni el miedo fueron mis principales acompañantes, afortunadamente soy bastante resistente, pero la angustia de ver a mis seres mas queridos sufrir por mí, la imagen de su rostro y sus ojos vidriosos me acompañara por siempre.
Lo que si les puedo decir es que en los ocho días entre operación y operación en el cuarto 314 en la unidad coronaria de cuidados intermedios del hospital A.B.C. nunca pensé sentir que la vida se me iba  entre las manos, mi cuerpo poco a poco dejaba de responderme y yo cada vez mas débil sin poder levantarme del sillón sentí como mi pasado se fucionaba con mi ser y mi futuro se diluía mientras me daba cuenta de la posibilidad de no ser parte de la vida de mi chaparro, el hombre por el que soy,  quién me hace  encontrar día a día  esa ilusión por la vida que me hace luchar hasta en los momentos más difíciles y dolorosos, a ti mi amor, a quién dedicare mi vida entera. De mis tres niños hermosos que en casa me esperaban con sus ojos y sonrisas llenas de ilusión sin ni siquiera imaginar por lo que estábamos pasando y  de toda la gente maravillosa que rodea mi vida y que de alguna u otra forma estuvieron ahí abrazandome a su manera.
Cada minuto pasaba sin poderlo recuperar, el reloj no se iba a detener a pesar de que mi corazón latiera cada vez mas lento y fuera mas débil, pero hoy a dos meses de que me pusieran el marcapasos y gracias al equipo de mis 4 médicos que no se despegaron de mí y que han luchado esta batalla como si fuera l suya les puedo decir que la vida me dio UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.
Una segunda oportunidad para vivir al máximo, para volver a ver su sonrisa y reír a carcajadas con él, para disfrutar una copa de vino y amanecer juntos.
Una segunda oportunidad para abrazar en las noches a mis niños antes de dormir, arroparlos y decirles entre sueños cuanto los amo.
Una segunda oportunidad para sentir el sol en la espalda y darle gracias a D--s y a mi mamá por siempre estar ahí tomándome de la mano para darme fuerza y ayudarme a  resistir .

Que importa cuantos monitoreos, pastillas o descansos me tenga que tomar, lo que pueda o no pueda hacer. Sé,  que todavía tengo mucho que trabajar por mi recuperación, pero hoy,  estoy aquí. Mi paisaje, un cielo azúl y el verde de los árboles, así de simple. Como lo es, la vida por delante que tengo por vivir.

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