Me gustaría que fuera un sueño!
Se que ante todo esta el optimismo. Siempre empujamos hacia adelante, nunca he bajado el ritmo y se que nunca lo bajare. Me queda claro que la vida sigue, realmente, nos hemos adaptado a los cambios, de hecho, somos muy felices y no tengo nada de que quejarme.
Pero hay días que tengo ganas de mentar madres, tirarme al piso haciendo un berrinche y patalear o por lo menos salir corriendo y dejar salir esos pensamientos que tengo guardados en el cajón del olvido.
En días como hoy, me gustaría que todo esto fuera un sueño y de repente me gustaría despertar y que nuestra vida fuera como antes. Tener una mañana en las que salía a correr con mi chaparra mientras solo discutiamos por que yo no podría seguirle el ritmo, o estar en esa época donde no nos cuestionábamos las actividades del día, ni mucho menos dejábamos de hacer cosas por su estado, me gustaría no estar preocupado por ella y no sentir el miedo de perderla en cada día de mi vida. Extraño a la mujer incasable, que podía con el mundo y que nunca se cansaba, extraño a la chaparra que aunque durmiera 3 horas, se despertaba para correr a las 5:00am y aun así salíamos en las noches, extraño poder salir a cenar y al cine con mi novia de manera espontánea y que decir de emborracharnos juntos, pero sobretodo extraño vivir con menos peso sobre mis hombros o menos angustia en el corazón.
Seguramente hoy es un día gris, será por la lluvia, será por el clima o simplemente por las estrellas, pero estos días son poco comunes, por esto mismo, días como hoy nos ayudan a salir adelante y ser aún más fuertes.
Justo por eso, hemos aprendido a no tapar el sol con un dedo, ni creer que todo es color de rosa. Son días como hoy los que nos enseñan a disfrutar la vida, gozar lo que tenemos y sólo ver para adelante.
Este escrito, sólo es un pequeño bache dentro de un hermoso camino de una gran vida.
Live, Love, Laugh!
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