Amigo, como estas?
Tuve que irme a NYC por un día, pero aprovechando que estaría ahí y sobretodo por que esa ciudad es mi más favorita del mundo mundial, decidí quedarme un día más, simplemente para ir a correr y respirarla, pero también obviamente para completar la extensa lista de encargos de mi chaparra.
Iniciando el viaje me topé con un viejo amigo al que tenía casi 4 años de no ver, aunque nos habíamos distanciado, de una u otra manera habíamos seguido al tanto, pero sobretodo el ha seguido de cerca mi vida y obviamente este maratón.
Pero el encuentro fue muy peculiar, estando yo sentando en el avión, sólo escucho que me dicen:
Psst...Psst...Eres tú?
En ese momento me di cuenta que era él, la verdad si me emocione, hace mucho que no lo veía y aunque la vida nos había separado, sé que siempre ha estado dispuesto a ayudarme si fuera necesario.
Empezamos a platicar de idioteces y de recuerdos, hasta el momento que hizo una muy mala pregunta:
Y tú, cómo estas?
Pues que me armo de valor y le digo...
La verdad no he estado nada bien, llevamos ya más de 3 años desde que mi chaparra se enfermo, no ha sido nada fácil, a veces tengo que partirme entre tantas personas que no sé cómo lo he logrado, pero sobretodo mi más grande temor es que no tengo ni idea como va a seguir avanzando el tema ni cuánto vaya a durar, pero el hecho es que el tema se ha ido complicando poco a poco y me da tanto miedo imaginar mi vida sin ella, que sólo el hecho de pensarlo me hace temblar la mirada, como sabes tengo 3 hijos y ellos me necesitan entero fuerte y feliz.
Pero bueno, mejor hablemos de otra cosa no?
De ahí, el viaje empezó como lo planeado y en la mañana siguiente me fui a correr al majestuoso, enigmático e inigualable Central Park, correr en este lugar me regala las pilas de una manera indescriptible, mientras corría el kilómetro 5 siento que llega alguien por mi espalda y me da un fuerte golpe en la cabeza mientras me grita:
Despierta... Fíjate donde estás? Fíjate lo que estás haciendo? Y sobretodo... No olvides quién eres?
Sin entender y un tanto molesto, le digo, espérate, no seas llevado, está bien que seas tú, pero yo así no me llevo.
El echó una carcajada y me grita mientras se alejaba muy rápido, entonces no te olvides de mí, ni de ti.
En ese momento todo me hizo sentido, las lágrimas empezaron a salir masivamente y mis pies cada vez aceleraban más el paso, entre más lagrimas salían más rápido corrían, hasta llegar el punto que tuve que detenerme para recobrar fuerzas y frenar de una u otra manera dicha catársis.
En ese momento todo me hizo sentido, me di cuenta , que aquel amigo al que había dejado de ver, con el que había dejado de platicar y al que realmente extrañaba.... Era YO!
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