Aprendiendo a vivir.

Tengo mucho que escribir, pero no sé por donde empezar, es una de esas veces en que tengo la cabeza llena de ideas y aunque sé muy bien como las quiero plasmar en esta pantalla, no tengo mucha idea de cómo empezar a hacerlo, no sé qué frase, enunciado o metáfora utilizar para, así que mejor ahí les va, de una manera directa, clara y concisa. 

En las últimas semanas logre aprender algo muy importante, bueno, en lugar de aprender, mejor les digo que logre darme cuenta de algo:

Cuando una persona tiene problemas, está pasando por alguna situación difícil o siente miedo de una manera importante, lo primero que hace es ensimismarse, replegarse de las vidas ajenas y dedicarse a cuidarse a sí mismo. Deja de invertir su tiempo en otros problemas y dedica cada segundo de sus días en recobrar energía para seguir luchando ante la adversidad inmediata, empieza a gozar las pequeñas cosas de la vida y deja que los grandes acontecimientos caminen solos. 

En pocas palabras, entiende que la vida tiene su curso, deja de luchar por controlar el entorno y se dedica a vivir, cuidar y enriquecerse.

La pregunta que me hago es:

Porqué esperar a que la vida nos obligue a cambiar así? Porqué esperar a que la vida nos golpeé para aprender a vivirla? Porqué esperar a que el la alarma este a punto de sonar para empezar a vivir?

Tampoco quiero parecer  romántico, poético o patético!

Hay tantas cosas que antes daba por hecho, que hoy valoro y agradezco de una manera muy especial.

Por eso les digo, vivan su vida para ser felices, preocúpense primero por ustedes, enfoquen sus energías en hacer su vida más plena y feliz, inviertan su tiempo en ustedes y en los que aman.  

Hace 5 años estabamos a punto de escalar el Monte Kilimanjaro en África, ya habíamos corrido 4 maratones y hoy la vida nos enseñó a valorar más una noche sin enfermera, una semana sin desmayos y un buen café en las mañanas.

La vida no siempre resulta lo que uno quiere, pero la decisión de cómo vivirla es absolutamente nuestra.

Live, Love, Laugh!