Bitácora de viaje, Día 2. Por MB

OToc, toc...suena mi puerta a las 6:25 am...J cerciorándose de que ya estoy lista ( el sabe que suelen sucederme los retrasos). Ya estamos en el taxi hacia el St.Mary's Hospital a 10 minutos del hotel.

Este hospital no se parece nada a la Mayo Clinic, este es más chico y más viejo. Nos espera una larga mañana de citas, en ayunas...todos! Ante todo el apoyo y solidaridad.

Armados con una agenda perfectamente detallada de las citas del día, indicaciones de todo tipo, empezamos con un electrocardiograma que no duró más de 15 minutos... Mismos en los que recibí "the talk" por parte de J, quien ya la había recibido a su vez ,ayer... La silla, el agua, el gatorade, las galletas, dormir, sentarse, pararse, descansar, cansarse, comer y qué comer; todas estas decisiones correrán ÚNICAMENTE a cargo de D. Los demás solo somos acompañantes solidarios y cómplices. Suena lógico, es lo mínimo que podemos hacer por ella y sin embargo, nuestro "ego", nuestra impotencia, nuestro amor hacia ella y nuestras ganas de verla bien, acaban pasando esa fina raya que separa la ayuda de la intromisión. Durante este viaje trataremos de tenerlo SIEMPRE presente.

Muy bien!  Ha terminado el electro, uno menos...pero son las 7 am, seguimos y seguiremos en ayunas y la próxima cita es hasta las 9:00.

Con humores extraños y caras somnolientas, las pláticas de la espera brincan del Facebook al chat, de largos silencios a relatos de cosas vividas, de ligeros cabeceos a planes sobre el fin de semana y como festejar el cumpleaños de D. Ella, paciente, cansada, resignada y tratando de sacar el día lo mejor que puede.

9:00 cita con la cardióloga socia del cirujano que la operará, entran J y D, quedo en la helada sala de espera, donde ronca una señora de amplias proporciones, en medio de la sala hay cuatro mesas con rompecabezas literalmente (algún ocioso decidió mezclar varios en la misma caja y hasta que no te das cuenta de que es una misión imposible,  te sientes bastante estúpido).

Después de la cita con la cardióloga, D y J salen de la consulta con algunas clarificaciones, pero con muchas preguntas en el aire aún. Preguntas que se irán contestando con los días, con los estudios y finalmente con la decisiva consulta delpróximo jueves con el cirujano cardiólogo a cargo.

10:30 D es llamada por la enfermera para entrar a su Tilt test ( como su nombre lo dice, es un examen de inclinación corporal que permite observar las variaciones de la presión arterial y del ritmo cardiaco. Para realizar este procedimiento, se utiliza una camilla especial en la que el paciente debe inclinarse entre 60 y 80°. Primero se le toma la presión en posición horizontal para obtener un registro basal y luego se controla seriadamente en forma vertical.)

Los planes del resto del día y del fin de semana dependen de las condiciones en las que D saldrá de "su cama voladora".

12:00 pm se ve aparecer por el pasillo una silla de ruedas con D en ella, al tiempo que "Team D" esta listo para recibirla en los "pits" con café en mano, un plátano y un armamento de botellas de agua al tiempo que pondrán fin a su largo ayuno.

Estado del paciente: Animoso
Niveles de hidratación: óptimos
Veredicto de plan de fin de semana: positivo
Destino próximo: Mineapolis
Performance del Team D: exitoso

Y así, después de un rápido lunch consistente en un saludable sándwich de pan de granos , una montaña de lechuga y una generosa porción de pavo seguido de un helado de yoghurt como postre, emprendemos camino a las Twin Cities.

Estas son las misiones preferidas de J y su especialidad, logrando en minutos reservar un lujoso hotel, una cena en el mejor sushi de la ciudad y coche a la puerta. Con todo su amor y dedicación, a pesar de las controversias acerca de esta escapada, su niña está relajada, contenta y por un rato por lo menos, lejos de hospitales y laboratorios.


Con un brindis de sake y te verde, los tres damos por concluida una jornada mas. 

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