El Maratón de la Autoinmunidad

En este momento tengo tantas cosas en mi cabeza que no se ni por donde empezar. Por mas problemas que hemos pasado, mi corazón simplemente no logra acostumbrarse a ver a mi chaparra luchar contra ella misma y terminar cada día es como si fuera una sobreviviente de una guerra atómica entre su corazón y su mente. Ella le exige a su cuerpo que no se rinda, lo presiona como si luchara en una guerra ancestral afuera de las grandes murallas de Troya, pero sobretodo se le nota la esperanza que tiene en que su cuerpo aguante mas y en que no la vaya a defraudar en esta ocasión. Yo aguanto mucho, nunca me he rendido y nunca lo voy a hacer, p ero verla luchar contra ella misma de esta manera me pone a temblar, hace que me de cuenta de una realidad que no quiero ver y me demuestra una vez mas que la vida nos esta dando una lección que nosotros nunca pedimos. Esta entrada no esta basada en una situación en particular, simplemente es una narrativa de estas historias recurrentes de nuestras vidas en

Estamos a punto de cumplir tres años en este maratón, no se a que hora durante la noche de ayer tuve uno de esos momentos en que ves las cosas claras y alcanzas a entenderlas un poco mas o por lo menos racionalizas con más profundidad ciertas actitudes que vas tomando ante la vida. En ese insomnio de análisis pude darme cuenta que necesito hacer un cambio de actitud, necesito dar un paso hacia atrás en esta guerra por controlar todo lo que rodea a mi chaparra. Entendí que por mi salud mental  y por la de ella, no puedo pretender que todo gire al ritmo que ella necesita y sobretodo no puedo pretender que mi chaparra viva en la torre mas alta del castillo rodeada por un dragón que la protege ante toda amenaza enemiga y amiga. Saben cuantas veces al día le pregunto cómo  se siente? O cómo va su peso, su presión arterial, su estado de mareo, su nivel de cansancio, cómo anda de humor? Si tiene mucho trabajo? Si la ayudo con los niños? Si necesita que haga algo en la tarde por ella? Si quier

Es impresionante como uno se va adaptado a la vida y como los hábitos del pasado se van modificando poco a poco, haciendo de las nuevas costumbres una realidad. Se imaginan una vida sin que puedas planear nada, una vida en la que no puedes estar seguro de lo que vas a hacer en las próximas horas? Este tipo de vida es la que nosotros llevamos viviendo ya casi 3 años. Aunque les parezca abrumador, no lo es, para serles sincero, ya estamos muy acostumbrados, ya son tantas veces en las que hemos cambiado los planes de manera repentina que ya ni siquiera nos es extraño. Ya había dejado de  hacer planes a largo plazo, o por lo menos dentro de un plazo de 12 meses y hoy ya estamos en el punto que planear las siguientes 12 horas puede ser un buen albur. Si en la mañana planeamos ir al cine en la tarde, sabemos que no es algo seguro, es mas, si al despertar, planeamos salir a comer, existe la probabilidad que tampoco suceda, lo mas asombroso de todo esto, es que ya estamos acost

Como han estado? No crean que me había olvidado de ustedes! Pero una vez mas recurro a mis mas silenciosos seguidores en busca de unos oídos mudos para volver a dejar algunos de los pensamientos de este insomnio de las 03:30am. Esta es la cuarta vez que intento escribir esta entrada, pero aún no encuentro la voz con la que lo quiero hacer. Sólo les puedo decir que por mas que he tratado de conciliar el sueño desde las 02:00 no he podido, tengo a mi chaparra junto a mi conectada una vez mas a ese pinche carrito de suero,  y por mas que he tratado de acostumbrarme a esta imágen no lo puedo hacer, no entiendo como llegamos hasta acá, la imagen de verla con ese accesorio, saber que hay una enfermera en mi casa y que esta ceremonia se repite cada 16 días me rompe mi equilibrio, llena mi cabeza de angustia y mi corazón de miedo. También pude notar esta vez que las bajas de fortaleza de mi chaparra cada vez son mas radicales, esta hidratación se veía venir, pero pensábamos que aún p

El día de ayer regresamos de vacaciones y dejenme decirles que han sido los 10 días mas felices de mi vida en los últimos 3 años, es mas, este ha sido el mejor viaje de mi vida después de nuestra luna de miel. Se juntaron tantos factores que no se como los voy a poder escribir, pero bueno, ahí les van de la mejor manera posible. Fué un viaje en el que las actividades en si, se adaptaban perfectamente a la capacidad diaria de mi chaparra, por lo que ella en ningún momento sintió que coartaba las actividades diarias, haciendo que ella estuvieras en un estado de paz y felicidad indescriptible. Mis tres chaparros se la pasaron increíble, además de la diversión, aprendieron mucho, sobrepasaron retos personales y crecieron como personas, la química entre ellos fue majestuosa. Yo me reencontré con la actividad que mas me gusta hacer en el mundo, me dí cuenta que los años no han pasado tanto como pensaba y sobretodo logre sorprenderme de mi mismo, lo cual no es algo que pase m