El Maratón de la Autoinmunidad

Y finalmente llegamos al tan esperado fin de año.  Ante todo inmensamente agradecida por un 2020 en el que, sin esperarlo, nos atropelló a todos. Cada uno de nosotros, tuvo que sacar sus herramientas y construir lo mejor con el poco material que contamos.  Yo en lo personal, me caí, me levanté, me derrumbé y me volví a levantar de entre los escombros. Cometí los peores errores de mi vida y lastime a mis seres más queridos, sin embargo, fueron ellos y solo ellos quienes me enseñaron el verdadero significado de lo que es el perdón cuando hay tanto amor de por medio y  a ser una mucho mejor versión de mi misma. Cada uno de ellos me contuvo y ayudo a pegar mis piezas poco a poco.  Es impresionante darse cuenta cuanto puede uno aprender de unas personitas que sin querer y aún en las situaciones más difíciles sacan toda su fuerza y entonces, realmente demuestran de que están hechos. Mis niños, cada uno tan autentico, honor a quien honor merece, este año me sostuvieron de pie. Lloramos, reímo

Cómo es la vida no? Después de un año tan complicado, el termino de éste va agarrando más fuerza, más sentimientos y sobretodo más esperanza de que el próximo, sea mejor que este! Se han detenido un poco a pensar, que es lo que este 2020 nos enseñó a cada uno de nosotros? Realmente aprendimos la lección? O nos enfocamos solamente en sobrevivir, criticar y lamentarnos por las cosas que pasaron o por las que dejaron de pasar? Realmente ha sido un año complicado, pero en la majestuosidad de los problemas, siempre radica una oportunidad aún más grande, una lección que nos ayuda a crecer, a evolucionar y sobretodo a ver la vida desde un lugar más alto. Pensando  un poco en el año que yo viví, en todo lo que aprendí y sobretodo en todo lo que me hizo cambiar, he estado pensado mucho en tratar de encontrar una pregunta, que sea lo suficientemente poderosa para que nos ayude a reflexionar un poco y de la misma manera nos ayude a ser más consientes de que la adversidad siempre es el origen de g

La chaparra dentro de lo que cabe ha estado estable, la cuarentena la ha tenido un tanto quieta, pero solo “en medida de lo posible” ella está más enfocada en seguir adelante que en sentarse a esperar que la vida pase. Dentro de su estado general, el reto a vencer en los últimos meses ha sido el tema muscular, mejor dicho, el tema de las contracturas y las complicaciones del dolor de espalda, cuello, lumbares, sacro, y más nombres raros de una misma región corporal, aunque por otro lado, también hemos estado batallando un poco con el tema de sus ojos, la autoinmunidad le ha secado mucho los ojos y eso, también la ha tenido un poco molesta, incómoda y hasta la puta madre. Y bueno, les cuento lo que pasamos la semana pasada.... Cómo ustedes saben, mi chaparra se desmaya cada 2-3 semanas, pero este tema por lo general es un tema controlado, pero la semana pasada no fue el caso, ella se desmayó sin aviso alguno, yo solo escuché un golpe macizo y seco, “boom, boom, boom”, corrí al baño y la

Como están?? Hace mucho que no escribía... pero no se espanten, no me he olvidado de ustedes y mucho menos he perdido la necesidad de hablar con ustedes. Pero pues es de suponer que la vida está de locos no?  Deje de escribirles un tiempo por que estaba enfocado en volver a encontrar mi ritmo, mi camino, mi voz y mi paz mental. No quiero contarles mucho aún, por qué me estoy esperando a una de las últimas entradas del blog para cerrar el año, para contarles un poco lo que fue para mi. Sin adelantarles mucho, el tema del COVID es un tema complicado, pero las cosas se complicaron mucho más en todo sentido, realmente ha sido el año más difícil de mi vida, pero no he querido decir mucho hasta que no termine y pueda encorar una conclusión que esté a la altura de este complicado periodo. Ustedes saben que no me doy por vencido, no me rindo y mucho menos veo los problemas cómo algo malo, sino cómo oportunidades de crecer y esta vez no fue la excepción. Al ser el año más difícil que he tenido