Hay veces que las palabras no ayudan.

Desde qué mi chaparra supo que el próximo martes entrará al hospital para un tratamiento algo invasivo, en el que los médicos tratarán de hacerla ganar algo de peso en tan sólo 7 días, ella no ha podido relajar su mente, y el disfrutar el gran festejo que tenemos el domingo.

Como podemos esperar otra cosa, sabemos que su cuerpo ya no absorbe los alimentos como debería, razón por la cual ella no ha podido generar músculo y así poder estar un poco más estable y estar fuera del peligro que eso representa.

Como les comenté hace unas entradas, este tema llego a desbalancear su felicidad equilibrada que logró después de una de las mejores vacaciones de nuestra vida.

Personalmente les puedo decir que me encuentro frustrado, he tratado de ayudarla, he tratado de ponerla de buen humor o por lo menos de frenar sus lágrimas en ciertos momentos, pero todo ha sido un fracaso; como puedo esperar otro resultado, como puedo pedirle que sea fuerte, que este contenta o por lo menos que sonria?

Ya no tengo corazón para pedirle que de más de lo que ha dado!

Ya no tengo el estómago para verla sufrir más, y sobretodo, ya no tengo más ocurrencias para subirle el ánimo.

Lo único qe me queda es el corazón lleno de energía, lleno de pasión para empujar a su lado. 

Espero sea suficiente.

Por ahora, enfoquemos la mente en las cosas importantes, en los días increíbles que vienen y el martes cuando entremos al famoso ABC una vez más, será una nueva oportunidad para ser mejores personas y demostrarle al mundo lo que somos.

Sigamos viviendo!

Live, Love, Laugh!



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