"Peekaboo"

Mi chaparra sale de la cocina, sólo alcanzo a ver que estaba un tanto callada y por mi vasta experiencia en el tema, sabia que estaba al borde del desmayo, la abrazo para equilibrarla y darle soporte, pero tan sólo 7 u 8 segundos después “PLOP”,  pierde el conocimiento, la cargo en mis brazos como cual doncella de Disney y me acerco al sillón, pero en ese momento solo veo que mi hijo empieza a acomodar los cojines, mi hija chica, se levanta como torbellino para empujar el taburete para que coloquemos los pies escurridos de su mamá, mi hija mayor quien estaba llegando a la escena, sin pensarlo tomó una  frazada para cobijar a nuestra bella durmiente.

No sé si lograron entender lo que escribí, pero yo no daba crédito al ver como todos reaccionaron de una manera tan perfecta, la operación chaparra, estuvo mejor sincronizada que la maquinaria de cualquier reloj Suizo.

Mientras mi chaparra seguía navegando por el planeta de Morfeo, nosotros estábamos sentados a su lado, platicando de bobería y media, atentos a cualquier signo que indicara su regreso a la tierra.

Yo les expliqué a mis chaparros que cuando vean una temblorina ligera en sus párpados sería una señal de que despertaría pronto.

Dicho y hecho, sus párpados empezaron a temblar y segundo después...“Peekaboo”.

La escena fue muy emotiva, en el momento que ella recobro el conocimiento, la risas y sonrisas llenaron el ambiente de una manera muy especial, dejando notar la emoción de todos al ver que juntos habíamos librado una batalla mas.

El suceso paso sin contratiempos, todos se quedaron en el sillón viendo la T.V. como si nada, yo me levanté y me fui al “Safe place” a recuperar el aire y asimilar lo sucedido.

Aunque estas situaciones no son ajenas en nuestra vida, casi siempre me toca vivirlas a mi sólo, pero esta vez fue mas impactante al compartir la escena con mis hijos, ellos lo manejaron con tanto profesionalismo que me surgieron unas preguntas:

Por qué tuvieron que acostumbrarse a ver a su mamá desmayada? ó Por qué debe ser normal en su vida que su mamá  se desmayé?

Mi respuesta es:
Por qué nadie escoge la vida que tiene que vivir.

Pero es nuestra obligación como padres enseñarle a nuestros hijos que la única manera de ser felices con los problemas de la vida, es afrontándolos.

Nosotros no escogemos las adversidades, pero si la actitud con la que las vivimos.

Hoy mis hijos me dieron una lección que nunca imaginé recibir, no tengo palabra alguna para expresar la admiración que siento por ellos.

Gracias chaparros. Soy el papa mas orgulloso del mundo.











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