Estoy preocupado.

Como ustedes saben, siempre soy positivo, entusiasta, tranquilo, centrado y sobretodo paciente.

Pero hoy estoy preocupado, hoy es uno de esos días en los que quieres mentar madres, llorar y aventar un plato al piso para ver cómo se rompe en miles de pedazos.

Mi chaparra lleva más de seis semanas sin poder sobrepasar el tema de infecciones, por más antibióticos, albuminas e hidrocortisonas que le suministran, aún no hemos podido salir de esta.

Su ánimo y entusiasmo son tan intermitentes que yo ni he podido lograr relajarme aunque sea para agarrar fuerzas o por lo menos bajar la guardia unos instantes.

Realmente esta vez estoy preocupado, ella solamente no ha podido levantarse por completo, inclusive el día de ayer, ella misma me confesó que también está preocupada, que ya no puede verse así y que realmente ha notado cómo se ha deteriorando tanto y realmente está angustiada y para que ella diga esto... Es que las cosas no están bien.

La semana pasada, antes de esta última hidratación, ella llego a su peso mínimo histórico.

La cabeza me da tantas vueltas, realmente no sé qué hacer, me encuentro en un estado de concentración, enfoque y sentimientos apagados. Estar así, es la única manera que tengo de seguir contribuyendo a la estabilidad de mi familia, pero la realidad es que en mi interior estoy desesperado, no tengo nada que hacer, no puedo ayudarla más y esta vez no sé ni cuando va a empezar a mejorar, es muy probable que empiece a mejorar en cualquier momento, pero que pasa si no? Qué pasa si es el principio del final? Qué pasa si su cuerpo ya está dando de si? Qué pasa si ella ya no quiere seguir luchando? Qué pasa si los medicamentos ya no le están haciendo efecto? Qué pasa... Qué pasa... Qué pasa... Y así mi cabeza no puede dejar de idioteces como estas.

Como siempre les he dicho, escribir es mi mejor terapia y más en momentos como este, en los que no sé qué hacer y llorar tampoco sirve.

Pero como ya estoy empezando a repetir todo una vez más, mejor ya voy a terminar este escrito, voy a respirar 3 veces, me voy a enfocar en no perder la sintonía para poder estar a su lado y así, seguir empujando juntos hasta que la vida nos detenga, pero mientras son peras o manzanas, nosotros seguiremos haciendo cocktail de frutas.

Hasta la próxima...


Comentarios

Entradas populares de este blog

Un año que me cambio…

Qué haces?

Pinche “Flashback”