Puerta cerrada.

Les voy a contar algo que aunque en un principio puede escucharse como algo malo, realmente es algo bueno, es símbolo de una gran unión, de amor incondicional y sobretodo de protección mútua por encima del bienestar propio.

El tema es sencillo, mi chaparra me  cerró la puerta en cara, me cerró la puerta de la información, me cerró la puerta de los detalles de su estado de salud, esto fue hace unos años, lo hizo en el momento que las cosas se empezaban a complicar.

Cerró la puerta dejando salir sólo la información que ella quiere dejar salir, en el tono y momento que ella considera oportuno.

Hace un tiempo ella me pidió que dejara de acompañarla a las consultas médicas regulares porque los especialistas siempre decían algunos términos o comentarios que a me ponían nervioso, triste, aterrado o por lo menos me dejaban con cara de "WTF" y al fin y al cabo, no teníamos nada que hacer.

Después vino la parte en la que dejó de comentarme cuales eran las métricas exactas de sus bienestar, como  la presión  arterial, la frecuencia cardiaca, el peso corporal, el porcentaje de masa muscular, el estado de su vista, sus mareos y el ortostatismo, las mediciones de sodio, hierro, magnesio, vitamina D, testosterona y hasta los indicadores de glóbulos blancos en el caso de infecciones.

Por último, también dejo de platicarme con exactitud todas las indicaciones que recibe de su cuerpo médico tratante.

Todo esto en un principio me causaba incomodidad, temor, angustia, incertidumbre, nervios, miedos, pesadillas, inseguridad, descontrol, pánico, desesperación y demás sentimientos de esta índole, hasta que en algún momento mágico, mi mente logró entender que ella lo estaba haciendo por mí, por mi tranquilidad, por mi paz mental y sobretodo para protegerme.

Antes de esta clausura informativa recibimos algunos comentarios que hasta el día de hoy me siguen retumbando el alma:

Estamos luchando para que logres 10 o 15 años, es un caso muy complicado y estamos todos enfocados en que sigas viva, eres como un cerillo que se esta consumiendo poco a poco, tus niveles de sodio son incompatibles con la vida, no sabemos que vaya a pasar, eres el caso más difícil que hemos visto, tienes 3 hijos y tenemos que luchar por ellos, tienes una hermosa familia y tenemos que cuídarte, estás demasiado enferma para estar tan joven, entiende, nuestro trabajo no es para que trabajes, sino para que sigas viva, no estan entendiendo la gravedad de la enfermedad, bla bla bla bla... 

En ese momento entendí, que sería más sano que ella sea la que maneje la información.

Lo que ella está haciendo es el verdadero significado de las palabras amor, entrega incondicional y generosidad. 

Me di cuenta que lo único que ella esta haciendo es cuidarme y protegerme de lo que puede o no pasar.

Entendí que tengo que dejar que sea ella quien maneje los detalles, aún, sin yo estar de acuerdo con eso, es un derecho que ella tiene y yo no soy quien para quítaselo.

Esto no quiere decir que no estoy preocupado con la situación o satisfecho con esta decisión, claro que me gustaría tener toda la información por más fuerte que sea y acompañarla a todas las citas médicas aún sabiendo que voy a salir afectado, por su puesto que me encantaría saber a detalle todo todo todo lo que pasa en su cuerpo y pasa por su mente.

Pero no olvidemos que ella es la protagonista de esta historia y  yo necesito cuidarla, apoyarla y hacerla feliz en todo momento y en toda decisión que ella tome, aún sin compartir las mismas opiniones.

Porque amar no es entender, amar es respetar y apoyar, aún sin entender.

Live, Live, Laugh.

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