Que prefieres?

Esta entrada es muy sencilla, esta entrada quiero dedicarla a mi chaparra, a mi chaparra como guerrera, a mi chaparra como guerrera incansable a mi admirable, ejemplar y única guerrera incansable.

¿Por qué lo digo?  y sobretodo, ¿Por qué lo digo de esa manera?

En las últimas semanas mi chaparra ha demostrado una fuerza, una dedicación y sobretodo unas ganas de vivir como nunca las había visto.

El tema de sus contracturas musculares, su hipotensión, osteoporosis, deshidratación y todo lo demás no ha mejorado mucho, pero ella se sigue esforzando en seguir adelante en su vida, de una forma majestuosa. Además de las largas hidrataciones en casa, ha tenido que someterse a unas rehabilitaciones y terapias del dolor de espalda brutales, en la que no se bien que le hacen, pero las heridas de guerra son moradamente abrumadoras. 

En los últimos días sólo he visto como su cansancio y debilidad ya rebasaron cualquier limite compatible con su vida, pero ella no emite comentario alguno, sigue sonriendo y viviendo con una actitud que siguiere que la enfermedad es una exagerada y que ella realmente esta perfecta.

No puedo mentir y decirles que todo es color de rosa, realmente cada día empeora un poquito más, cada día le cuesta más trabajo afrontar la vida y cada día necesita más energía para sacar las mismas tareas. Pero su actitud y pasión por la vida, reflejan exactamente todo lo contrario. 

WOW!!! Admirarla más es imposible.

Sé que está agotada, ella sabe, que yo sé, que está agotada, pero los dos mentimos y actuamos como si la verdad fuera subjetiva, ella finge estar perfecta y yo actúo como si no estuviera preocupado.
Pero acá entre nosotros les confieso, claro que estoy preocupado, la verdad es que tengo más miedo del que pueden imaginar, cada noche le pido a D's que no vaya a ser nuestra última noche juntos, pero si su actitud es la de una guerrera majestuosamente invencible, lo mínimo que yo debo hacer es copiar esa actitud, aunque sea en apariencia por lo menos.

Muchas veces me he preguntado si debería frenarla un poco y tratar de hacer que le baje al ritmo para que escuche más a su cuerpo, sobretodo en los momentos que veo que ya no está pudiendo sacar los días, pero cuando la veo feliz, viviendo, luchando, sorprendiendo a la vida con esa fuerza celestial que tanto la caracteriza, decido mejor no hacer nada, sonreír y acompañarla en este viaje llamado vida.

Créanme, si hay alguien en el mundo con justificación alguna para estar cansada, de mal humor o por lo menos para dejar de luchar de esa manera por sus sueños es mi chaparra. Pero ella hace justo lo contrario,  ella entre más cansada está, entre más miedo tiene y entre más la golpea la vida, se vuelve más fuerte, empuja más duro y sonríe más grande.

Termino, con una pregunta para todos.  Puede contestar el que quiera:


¿Que prefieres, un corto y hermoso sueño o una larga y difícil pesadilla?

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