Gracias por el café!

Hola, como estas?

Ya pasó un buen rato desde que platicamos la última vez, aunque siempre me la paso pidiéndote favores, ayuda y consejos, pero no es lo mismo, por qué una plática más tranquila y sin prisas siempre es más rico.

Como te decía la última vez, seguimos en este maratón, ya vamos por los 5 años de lucha, y no sabes cómo me haces falta, se que tenemos  mucha gente a nuestro alrededor, entre familia y amigos no puedo quejarme y sabes que nunca nos dejan solos, pero la verdad, es que tú serías la única persona que me podría ayudar a aligerarme la vida un poco. No me estoy quejando ni mucho menos, sabes que núnca  lo hago, pero muchas veces si siento que el cielo se me esta cayendo encima y no sé si pueda seguir adelante o no. Sobretodo son esos momentos en los que veo  a tu hija cansada, triste y agotada de luchar por su vida. Son esos momentos en los que el mundo se me tambalea, son esos momentos en que me encantaría estés con nosotros para ayudarme un poco a levantarla. Hay tantas veces que me quedo sin acciones o palabras para levantarla, que me doy cuenta que lo único que podría ayudarla es un abrazo tuyo, un abrazo maternal que le diga que todo va a estar bien y que estás orgullosa de ella.

Sabes que yo no me canso, no me he cansado y nunca lo haré, tu niña es mi vida entera y he dedicado mi vida en hacerla feliz, en hacerla la mujer más plena de este mundo y lo seguiré haciendo mientras que su corazón me lo siga permitiendo.

Cada día se nos está complicando un poco más la vida, ya sea su espalda, sus medicinas o simplemente la agudeza de sus sintomas, cada día me cuesta más trabajo mantenerla en equilibrio o por lo menos, cada día tenemos que recurrir a más terapias rehabilitadoras, a más medicinas o a más días de hidratación para poderla mantener un poco más estable.

Realmente el futuro me intimida, el no saber que pasara o cuando pasara, me quita el sueño por las noches.

No quiero tapar el sol con un dedo ni evadir el tema, pero nuestra actitud es tan fuere que distorociona la realidad y eso no sé si me da más miedo o no.

Y ya para terminar este cafecito, solo quiero prometerte que NÚNCA  me casaré, que NÚNCA dejare de luchar por su vida, que NÚNCA dejaré de enfocar mis energías en hacerla feliz.

Si estuvieras acá conmigo estoy seguro le ayudarías mucho a ella, complementarias las cosas que yo no puedo hacer por ella, serías  esa fórmula secreta para hacerla feliz de una manera en la que yo no lo puedo hacer, pero mienstras son peras o manzanas, yo trabajaré por mi parte y por la tuya, tratando de compensar en la mayor medida de lo posible tu ausencia y así lograr que ella núnca se canse, núnca quiera dejar de luchar y núnca deje de ser feliz.

Gracias suegra, te quiero!

 




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