Terminando el 2017 con todo...

31 de Diciembre del 2017, el día empezaba perfecto, sabíamos que en la noche tendríamos una gran celebración, por lo que mi chaparra decidió ( según ella) llevársela leve todo el día, para ir administrando sus fuerzas y así poder llegar a la cena fuerte, guapa y en condiciones óptimas, pero que creen?

Claro que no lo logro, pero en esta ocasión, no fue resultado de su estado de salud, sino que fue resultado de su profesión como Chefcita.

El día en general fluyó perfecto, así es, dije que fluyó, porque la palabra fluir es una de las nuevas metas, propósitos y objetivos en la vida de mi chaparra, ella ha decidido “fluir” en muchos momentos que antes según ella no lo hacía, para así evitar cierto estres en ciertos momentos de su vida. Y aunque no lo crean, lo ha logrado con precisión y grandeza. Pero el punto no era ese.

El tema es que el día, fluyó perfecto, digo, el desmayo que tuvo a las 13:30 cuando se levantó de un camastro en la alberca, no fue nada aparatosos y fue dentro de los términos normales de nuestra fluyente vida.

La tarde siguio sin contratiempo, mi chaparra seguía cocinando sus mejores manjares para deleitarnos en la próxima velada, su idea eres cocinar un “Rissotto con hongos salvajes y morillas” una “Ensalada del huerto” ( literalmente de su huerto), unas Costillas de cordero al asador de leña”, mousse de chocolate y un “TartaTatin de manzana”. Mmm ya me dio hambre otro vez, pero bueno...

Mientras ella cocinaba el caramelo del tan suculento poste de manzana, no se qué pasó, ni cómo sucedió, pero metió la mano al sartén en el que estaba haciendo el caramelo. Solo escuchamos como se cayó al suelo la charola con las manzanas partidas, mi hijo que estaba sentado en la barra de la cocina haciéndole compañía, solo alcanzó a gritarme “ Papá... mamá se quemo horrible... en ese instante ella, ya estaba en la tarja, metiendo la mano quemada al agua fría. Yo, llegue volando para detenerla, por que venía un desmayo, la llevé al sillón, pero mis 3 hijos me ayudaron a controlar la escena con tal precisión que ni el señor Rolex hubiera pododido igualar, yo la cargaba para acomodarla, mi hija grande ponía una torre de cojines en los pies, mi hijo, llenaba un posillo con agua fría, para poder seguir atendiendo las quemaduras, mientras que mi más pequeña princesa, le acomodaba la cabeza, para que mi chaparra estuviera lo más cómoda posible. 

3 minutos 23 segundos después ella regresó a la tierra, abrió sus hermosos ojos negros y empezó a carcajearse como niña traviesa al ser descubierta por sus padres.

De ahí, le curamos la mano, se recuperó perfecto y tuvimos una gran velada todos juntos.

Esto si es cerrar con broche de oro, cerrar un año de la mejor manera posible, y sobretodo cerrar un año, con una sensibilidad tal, que nos permitió, festejar, brindar y bailar, de la mejor manera para agradecerle a la vida un año más todos juntos, agradecerle a la vida que tengo a mi lado a la mejor mujer del universo, que no solo me cautiva con sus recetas, también lo hace con sus ojos, su sonrisa y su pasión por la vida 

Porque aunque la noche estuvo un tanto caótica, terminó perfecta, y son justo estas situaciones las que nos han enseñado a vivir, a enfocarnos en las cosas que realmente importan y sobretodo a tener con nosotros a las personas que nos ayudan a ser absolutamente felices.


Y solo para ya terminar este escrito, quiero agradecerles a todos ustedes por estar con nosotros, por acompañarnos en esta aventura llamada vida, por tomarse el tiempo en leernos y por sobretodo ser esa fuente anónima de inspiración para nunca rendirnos.

Porque aunque ustedes no lo crean, durante el año, si tambaleamos, si hay muchos momentos en los que no sabemos como seguir adelante ni de dónde sacar las fuerzas para no rompernos, pero siempre en esos momentos, cuando vemos todo derrumbado... aparecen ustedes, a través de este blog, de estas palabras y en cada una de estas letras, para empujarnos una vez más para que sigamos adelante siempre.

Gracias de verdad, gracias mis queridos lectores, los quiero y les deseo que el 2018, sea el mejor año de sus vidas.

No puedo prometerles que el 2018 será para nosotros un año fácil, tampoco puedo negarles que tengo miedo de perderla casi todos los días de mi vida y más después de vivir momentos en los que la veo tan frágil como ayer en la noche, pero lo que si puedo prometerles es que no nos rendiremos, seguiremos luchando y sobretodo seguiremos construyendo momentos eternos todos los días de este gran 2018.

Live, Love, Laugh and never give up.




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