“Sin Título”

Desde que le hicieron a mi chaparra la segunda cirugía en septiembre ella no ha podido recuperarse, sigue cansada, débil y hasta la madre de sentirse mal, esto no solo lo digo yo, el otro día, en algún momento de mucho dolor, ella me dijo:

“Estoy ya TAN cansada de tener tanto dolor y de sentirme mal TODO el tiempo, ya no puedo”

No supe ni qué decirle, la entiendo mejor que nadie, aunque también me duele más que a nadie.

En este último mes, ella volvió a perder otro kilo más de peso, sus dolores de espalda está otra vez en un punto innamenjable. Y ya casi ni ha tanido ganas de echarse unos mezcales conmigo.

Estoy tan desesperado, no se que hacer por ella.

Está en un punto que ni mis palabras, abrazos, besos, caricias o pendejadas le causan algún efecto positivo en su día.

Se que está casada, la vida le ha pegado en este último mes más de lo que le puede pegar a otras personas en una vida entera.

Y sin embargo ella sigue adelante, sigue levantándose todas las mañanas con una sonrisa y una actitud de comerse al mundo que no todos tenemos. Pero lo malo es que la batería energética no le dura lo suficiente, en estás últimas semanas llegar a las 8pm se ha vuelto una misión bien complicada.

Claro que la entiendo, claro que comparto cada uno de sus sentimientos y malestares, pero me da tanto miedo que no esté pudiendo recuperarse del todo, me rompe el corazón verla rendida sin poder seguir lidiando con el resto del día.

En este momento, esta dormida a mi lado, cayó tumbada después de un día largo en el que se sintió mal todo el tiempo. Es más, su cansancio fue tal, que hasta terminó el día con fiebre, síntoma que no le gusto nada en absoluto a los médicos, ya que cualquier inestabilidad de mi chaparra puede complicarse sin previo aviso.

Yo estoy acá, junto a ella, vigilando que el mundo gire de la manera que ella lo necesite, desesperado, angustiado, sin saber que pasará mañana, sin saber si está fiebre será solo pasajera o no, sin poder hacer nada más por ella, sin poder gritar, correr, aventar, empujar, pegar o poder hacer algo que me ayude a liberar esta desesperante impotencia.

Realmente llevamos un mes bien pesado, un mes en el que pasaron muchas cosas, un mes en el que la vida nos puso a prueba más de una vez y una vez más salimos vencedores, pero esta vez a mi hermosa chaparra del alma, si se le nota la madriza que nos pusieron y una vez más, yo no puedo hacer nada mas por  ella.

En días como hoy, la única que podría hacer algo por ella, es la única persona que no está en este mundo, en días como hoy, no saben como la extrañamos, daría  todo por que mi suegra estuviera junto a mi chaparra, sentada en la cama, tomándola de la mano y diciéndole:

“Tranquila mi vida, vas a estar bien, solo son días malos”

Estoy desesperado, hoy no se que mas hacer para levantar a mi chaparra y pedirle que otra vez agarre fuerzas para seguir luchando. 

Por qué la verdad, yo en su lugar, ya me hubiera rendido. 

Me da TANTO miedo que ella algún día se rinda.

Pero si algún dia lo hace, yo seré el primero en respetarla.

Ella es el amor de mi vida, mi mejor amiga, mi compañera de sueños, mi maestra, mi mentora, mi cómplice, mi doctora, mi capataz, mi enfermera y mas íntima confidente. 

Necesitamos que agarre fuerzas, que respire, piense y medite, necesito que le quede claro que este mes solo fue dar unos pasos para atrás, para poder dar un gran salto hacia adelante.


Live, Love, Laugh.




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