Súper papá! (not)

En estos últimos años maratónicos, les he platicado de absolutamente todo lo que hemos vivido, padecido, experimentado y sobrevivido, pero hay un tema del que nunca les he hablado, pero me parece que es momento de decirlo.

No es un tema fácil y en lo personal me es muy difícil de explicar, de entender y sobretodo de compartir, inclusive me es difícil de compartirlo con ustedes, mis más fieles y silenciosos confidentes.

Y para decirlo sin rodeos ahí les va:

“Este maratón me ha hecho ser mal papá para mis hijos”

Tristemente mi rol de esposo preocupon, sobreprotector, enfermero, coach, camillero, curandero y todos los demás puestos que he desempeñado desde que nos enfermamos, han hecho que no sea el mejor papá del mundo y sobretodo me quitaron la posibilidad de ser un papá a toda madre.

La realidad es que por todo lo que hemos vivido en este maratón, mis niveles de nerviosismo, estrés, incertidumbre, miedo y angustia seguramente han estado por arriba del promedio mundial y por lo mismo, mi corazón o mi mente en muchas ocasiones están en un grado tal de alerta en el que se olvidaron de ser divertidos, cariñosos, atentos o más receptivo o inclusive escuchar atentamente a varios comentarios o platicas del el resto de la familia, (en concreto con mis hijos) y eso, pues me ha hecho no ser tan buen papa.

Mienstras algunos papas, van al cine, a cenar, pasear o hacer algo más divertido con sus hijos, yo por lo general estoy encargado de hacer que mi chaparra tenga una mejor vida y que mis chaparros tenga a su mamá por muchos años más, digo, no me arrepiento en lo absoluto, amo estar con ella, mis días a su lado son increíbles y no cambiaria nada. Pero el hecho es que  siempre he tenido que estar ocupado en la estabilidad de mi familia en lugar de crear situaciones banales, espontáneas y divertidas, osea la imagen de un papá chistoso, genial, súper poderoso o infantil, tuvo que ser sustituida por la imagen de un papá preocupon, sobre protector, cauteloso y enamorado.

Me da en la madre no ser el súper héroe de mis hijos.

Créanme, no es nada fácil tener este papel, es más, es algo muy triste,  en muchos momentos este papel que he tenido que tomar, me hacen sentir solo y alejado de ellos, por qué mienstras ellos juegan con mi chaparra algo divertido, yo estoy atento de cargarla cuando se vaya a desmayar, a evitar que se maree, enfocado en que esté cómoda y no le vaya a doler la espalda.

Seria como si yo fuera el salvavidas en una alberca pública, donde las risas, balies, juegos y demás actividades divertidas dominan, y yo estoy sentado en la lejana torreta, viendo y controlando la seguridad y el bienestar de todos.

Así como para mi, este tipo de papá, no es el que yo imagine ser para ellos, tampoco soy el papá que ellos imaginaron tener.

Es algo que yo puedo cambiar, que siempre estoy a una decisión del resto de mi vida, pero no es que exista un punto intermedio fácil de encontrar, al fin y al cabo, esto se debe a que he dedicado todas mis energías en cuidar y hacer feliz al amor de mi vida y entre más delicada esta ella, más miedo que la perdamos y por ende, me enfoco más en cuidarla en lugar de disfrutarla.

Me parece que no he sabido llevar las dos orquestas al mismo ritmo, se que he comedido errores en este tema, pero también se que la solución está en mi. 

Aunque no va a ser fácil el tratar de cambiar esta dinámica, estoy seguro que tampoco es imposible, por que la realidad es que mis hijos conforme van creciendo, van viendo la vida desde otra ventana  y pues a mi, solo me queda cambiar y evolucionar junto con ellos, para así,  ser y darles al papá que ellos quieren/deben tener y esto, obviamente sin descuidar ni un segundo a mi princesa amada.

Live, Love, Laugh... and the show most go on.





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