El vaso….

 Hola!

Pues en la vida todo nos alcanza, las presiones de años en cierto momento de nuestras vidas nos tienen que alcanzar y dar una lección.

Y a mi, hace unos meses me alcanzaron y me siguen pegando, para muchos puede ser un tema de vergüenza y pena que tratan de ocultar por la presión que ejerce la sociedad sobre nosotros, pero la verdad es un tema tan fuera de nuestro alcance que lo único que podemos hacer es dejar que fluya y hacer lo que podamos para salir del vaso. ( luego les cuento por que lo digo)

El Jueves 31 de Marzo tuve mi tercer ataque de pánico y ansiedad, el primero fue el 16 de diciembre, el segundo el 6 de enero y hace un par de días, fue el tercero. Estos me dieron en la madre como nunca imagine, además de que me llevaron a un estado de depresión severo con el cual estoy luchando cada instante desde entonces.

La explicación de los médicos es que llevo sometido a tanto estrés y presión desde hace varios años que mi cuerpo tuvo que decirme  “basta” tienes que cuidarte.

No es necesario que les cuente tantos detalles de la situación, pero solo les puedo decir que es terrible, estoy en un estado que ni yo me reconozco, es una sensación como de estar dentro de un vaso gigantesco del cual no puedes salir, por mas que salgas y gritas no hay manera de alcanzar el borde, ni la mano de los que están afuera tratando de ayudar. También se junta con el coraje de no poder hacer nada simple o rápido para mejorar, un Advil no lo cura ni salir a correr tampoco.

En mi cita médica el día de ayer ya me ajustaron los medicamentos y me aseguro que es algo pasajero, pero nunca me imaginé sentir esto, sentir esta impotencia ante la vida y sentirte tan chico ante las paredes de mi mente.

Y vaya que mi familia, mi hermosa chaparra, ha estado a mi lado cada segundo, cada lágrima, cada temblorina y cada crisis existencial en la que el mundo se me cae encima, mis hijos a su manera no dejan de esforzase por hacerme sentir bien, mi hermano y mi cuñada son unos ángeles bajados del cielo, mi mamá, ha sacado la casta del esfuerzo la dedicación y el amor puro de una madre y hasta mi socia no deja de cuidarme, echarme porras y comprarme mazapanes. ( Cerezo, obviamente)

Aún tengo mucho por lograr, aún no estoy estable, pero cada día estoy haciendo algo por no caerme más profundo y poder paso a paso salir de este complicado acertijo mental.

Nunca imagine perderme en mis pensamientos más obscuros, nunca imagine caer en una depresión cómo está o mejor dicho tener estos ataques de ansiedad que hacen que el mundo deje de brillar, los muros parezcan inmensos y el oxígeno se termine, el cuerpo pese más que un costal de papas, la vista se nuble y tú solo observas cómo el mundo gira en cámara lenta,  la verdad nunca imagine sentirme así, pero lo que sí les puedo asegurar es que estoy haciendo todo lo que tengo que hacer para salir del vaso, de una manera u otra, pero me levanto por que me levanto. Al fin y al cabo, tengo a mi lado al mejor ejemplo de resilencia, fuerza y amor qué hay en el mundo.

Voy a salir del vaso…. Lo prometo.

Los quiero y acá seguimos….